Mommy. La madurez de l'enfant terrible

jueves, diciembre 04, 2014 0 Comments A+ a-

Xavier Dolan da un paso enorme con 'Mommy', ganadora del Premio del Jurado en Cannes (ex aequo Adieu au langage). 'Mommy' supone el paso de L' enfant terrible a la excelencia, pues sus anteriores películas, pese a gustarme, me dejaban algo frío y permanecía distante respecto de las historias que trata el joven director quebequés. La forma eclipsaba al contenido, las imágenes y la música se situaban por encima de la historia; quizá por ésto el drama no me resultaba todo lo cercano que debiera. No obstante, en 'Mommy' ésto no ocurre, ya que Dolan encuentra un equilibrio entre la forma y el contenido al alcance de muy pocos, alcanzando una gran madurez cinematográfica a la temprana edad de 25 años. Su quinto largometraje aúna la fuerza visual y el uso de la música de 'Los amores imaginarios' o 'Laurence Anyways', con una historia realmente desgarradora.


Mommy es la historia de Diane "Die" Despres (Anne Dorval, 'J'ai tué ma mére'), una mujer viuda que debe encargarse del cuidado de su hijo Steve (Antoine Olivier Pilon, 'Laurence Anyways), de 15 años, tras ser éste expulsado del reformatorio. La relación entre ellos es algo difícil, puesto que Diane es una madre bastante vulgar e irresponsable, mientras que Steve padece graves trastornos de conducta. A la relación se suma la aparición de Kyla (Suzanne Clement, 'Laurence Anyways), una vecina con problemas de habla. La película se desarrolla en el contexto de una Canadá distópica en la que los padres pueden dejar a sus hijos problemáticos a cargo del Estado, deshaciéndose así de ellos.

La película está filmada en un formato de 1:1, emulando un cuadrado perfecto. Es una técnica arriesgada pero que funciona, puesto que su finalidad no es estrictamente estética, estando ligada al estado anímico y a los sentimientos de Steve a lo largo del metraje. 'Mommy' es una película sobre los sentimientos, que trata una relación materno-filial bastante peculiar, pero que nos golpea de lleno por la naturalidad y sinceridad que desprende. Los tres protagonistas están excepcionales, al nivel de la película, haciendo que sus sentimientos traspasen la pantalla. Kyla crea un equilibrio en la relación madre-hijo, así como anima su propia vida, en la que percibimos ciertos problemas, pues mantiene una relación distante con su familia.


En 'Mommy' todo está estudiado al milímetro, los planos y encuadres hablan por sí solos, encontrando algunas virguerías técnicas aparte del formato mencionado anteriormente (movimientos de cámara, slow motion, etc..). El uso de la música es una proeza, con una selección de temas pop bastante recientes que se encargan de añadir más fuerza aún a la imagen. Acabarás amando canciones que antes de ver la película no te agradaban en absoluto, no te quepa duda.


Pero aun siendo tan redonda, su mayor virtud va más allá de la inmensidad cinematográfica. 'Mommy' te hace reír y llorar por partes iguales, sufres como si estuvieses en la piel de cada personaje (el fantástico reparto se encarga de facilitarlo). Todo lo que se diga sobre esta película es poco, pues con ella he sentido cosas que jamás había sentido en una sala de cine. Dolan nos atrapa y mete de lleno en la historia, dándonos algún respiro con el que, al igual que Steve, salimos del encierro en el que nos encontramos.
Ésta enorme película nos permite disfrutar de una cantidad innumerable de escenas absolutamente fantásticas, entre las que hay una especialmente conmovedora llegando casi al final del film. Mención especial a un final inmenso, con una canción que invita a alguna que otra lectura muy interesante.


Las palabras no hacen justicia a esta obra maestra, por lo que solamente resta decir que no os la podéis perder. Para un servidor nos encontramos ante la película del año y una de las del siglo. No tengo duda de que tarde o temprano acabará siendo considerada una de las obras más emblemáticas del cine moderno. Como no, hacer mención a la figura encargada de hacernos disfrutar de esta maravilla, Xavier Dolan. Espero que sea la primera de muchas obras maestras que nos deje el director canadiense.

Crítica escrita para lgecine.org