Project Almanac. Cómo agotar una idea

jueves, enero 22, 2015 0 Comments A+ a-

David Raskin (Jonny Weston) es un chaval muy inteligente que lucha por conseguir una beca para estudiar física. Tras ser admitido para estudiar pero denegada su beca, busca entre los trastos de su difunto padre -del que heredó su inteligencia- alguna idea mediante la cual poder agotar sus opciones de conseguir la deseada beca. Con la ayuda de su hermana, encuentra una cámara de vídeo en la que hay una grabación de 10 años atrás, en la cual se ve en un espejo a sí mismo (a su yo actual). A partir de este acontecimiento encuentra unos planos de su padre, que antes de morir estaba construyendo una máquina del tiempo para un proyecto del gobierno, el "Proyecto Almanac". David, junto a sus amigos y su hermana, se sumergen en la construcción de la máquina del tiempo, la cual usarán sin limite ninguno.

Es evidente que la película está enfocada a un público adolescente, por lo que no se puede decir que no sea honesta. Pese a tener una primera mitad interesante y bien dirigida, todo se va al traste conforme empiezan a viajar en el tiempo. La película está filmada cámara en mano (es la hermana del protagonista la que se encarga de grabar la mayor parte del metraje, siendo ésta su única función, pues cuando sale es para exhibir un primer plano de su escote) con una GoPro. La factura técnica es brillante -en cuanto ves que es Michael Bay el productor, todo encaja-. Pero como ya he dicho, su principal problema y el que tira todo por tierra es que no deja de ser una película teen -en el mal sentido-. Los personajes no pueden ser más cliché: el típico grupo de frikis e inadaptados que a raíz de usar la máquina del tiempo empiezan a ser populares; los personajes femeninos son ridículos, si hubiesen puesto un jarrón, hubiese hecho lo mismo que tenían que hacer ellas (salvo tener tetas, claro).


Como bien he mencionado anteriormente, la película abandona todas sus posibilidades de hacer algo interesante en el momento en el cual empiezan a viajar en el tiempo; a partir de este momento comienzan los giros de guión, giros que rara vez son bien ejecutados. Éstos se van sucediendo uno tras otro y, mientras los personajes causan daños colaterales en sus viajes, el guión los causa en la película. El descontrol propiciado termina por enturbiar buenos momentos, como el viaje a Lollapalooza a ritmo de Radiohead.

En definitiva, esta Project Almanac gustará a los adolescentes no mayores de 16 años. Es un producto interesante que no sabe jugar bien sus bazas, pero que al menos consigue acaparar tu atención y entretenerte; un entretenimiento que para muchos no será suficiente.