Dioses - Enfoque
La temática de la evolución cientÃfico-técnica ha sido siempre una cuestión bastante peliaguada en sus diferentes ámbitos, especialmente en las sociedades conservadoras y religiosas. Grandes genios con estupendas ideas han sido frenados y desacreditados por exceder los lÃmites de ambición que impone nuestra sociedad. Todo proceso de descubrimiento e innovación debe ser probado con anterioridad, algo que no puedes hacer en muchos casos sin saltarte las propias leyes o la mismÃsima ética profesional e incluso personal. Y aquà es donde podemos contextualizar Dioses, la pelÃcula de Lukasz Palkowski que se hizo con 7 Premios de la Academia de Cine Polaca.
Realmente todos los problemas de la cinta provienen del trabajo de dirección, cuyas únicas decisiones de cierto riesgo se materializan en las escenas de filmación en los quirófanos durante las operaciones -bastante explÃcitas, por cierto- y en otras festivas que no casan ni por asomo con el tono de la pelÃcula. Asimismo, los problemas burocráticos y religiosos que surgieron son resueltos en escenas esporádicas que tampoco logran tener entidad. Otro hándicap a tener en cuenta es la banda sonora, cuya melodÃa emula en todo momento el sonido un corazón latiendo, algo que es interesante como concepto pero que resulta insoportable por su ejecución. Son muchos pequeños defectos que se acumulan y restan muchos puntos al global, cuya única virtud real es una tensión bastante bien lograda y que se mantiene con eficacia durante gran parte del metraje. Esto no hace que la pelÃcula sea mejor, pero ameniza notablemente un visionado que nunca da la sensación de ir a dejarnos buen sabor de boca.
Sin embargo, y a pesar de sus incontables defectos, Dioses ha sido un verdadero éxito de taquilla en su paÃs. Visto el resultado de la propuesta, no es difÃcil imaginar que las pretensiones del director y la productora no iban más allá. Para mÃ, nos encontramos ante la demostración de que en la mayorÃa de paÃses europeos no se hace buen cine comercial. Es una pena que nos llegue este trabajo de una nación que es conocida por interesantes trabajos autorales. Lo peor de todo es que no hace justicia a la historia real, ni siquiera a un personaje protagonista cuyo dibujo se acerca mucho más al de un demonio que al de una figura divina. Y, precisamente, el tÃtulo de la pelÃcula se encarga de indicar lo contrario. Por tanto, las formas fallan en este trabajo impersonal y falto de espÃritu.