Luces de París - La luz de Isabelle Huppert

miércoles, marzo 16, 2016 0 Comments A+ a-

"La Ritournelle" de Marc FitoussiLa película de la que os vengo hablar ha sido traducida al castellano como Luces de París, aunque podrían haberla titulado Luces de Isabelle Huppert y no habría queja alguna. Y es que por encima de todo el valor cinematográfico de la película, que a pesar de ser algo plana tiene el mérito de poner sobre la mesa algunos temas más o menos interesantes, de cierto calado, está la actriz francesa. ¿Qué hubiera sido de este trabajo sin Isabelle Huppert? ¿Habría llegado a la cartelera española de haber sido protagonizado por cualquier otra actriz? La respuesta, indudablemente, es no. Huppert, que casualmente cumple hoy 63 años (intentaré no hacer de esta crítica un homenaje a su persona), es una de esas actrices capaces de convertir lo malo o mediocre en pasable, lo flojo en disfrutable y lo bueno en sobresaliente. Luces de París, sin su presencia, difícilmente escaparía de la mediocridad. Pero aquí hay que hablar de un todo, y éste, obviamente, incluye su brillo, las luces que impulsan esta película más allá de las fronteras francesas.

"La Ritournelle" de Marc FitoussiBriggite y Xavier son una pareja cercana a la tercera edad que se dedica a la ganadería vacuna. Él vive por y para su trabajo, mientras que ella no puede soportar el peso de la rutina cuando sus hijos abandonan el hogar familiar, por lo que su carácter soñador hace que se pregunte acerca de todo aquéllo que se ha perdido por seguir un determinado modo de vida. Un día, con la excusa de visitar a un doctor para que revise unos bultos que le salen en el pecho, Briggite viaja a París a recuperar el tiempo perdido, por llamarlo de alguna manera. Aunque la historia parece más adecuada para elaborar una cinta dramática, en Luces de París predominan el humor y la simpatía -sobre todo esta última-, que suponen un buen equilibrio para el dramatismo y conforman una dramedia bastante ligera aunque no exenta de trasfondo.

"La Ritournelle" de Marc FitoussiAlrededor de la cinta pivotan temas tan interesantes como el anhelo de lo desconocido, el ansia por descubrir mundo, tan propio de la gente joven e inocente. En este caso, lo curioso es que es una mujer en edad de jubilarse la que decide descubrir la gran ciudad y (re)descubrirse a sí misma. Y es a partir de ese mismo viaje donde empiezan a surgir otros temas interesantes, aunque algunos sean simplemente esbozados, pues no nos hallamos precisamente ante un guion que explore en profundidad a sus personajes. Pero, con mayor o menor acierto, se plantea la cuestión de la infidelidad en un contexto bastante inusual, donde para determinar la moralidad del acto -legalidad dentro del propio matrimonio- entran en juego los fantasmas del pasado. Uno de los problemas más graves de la cinta es que el mismo relato resulta por momentos inconsistente, lo que provoca que no nos tomemos con toda la seriedad necesaria su trasfondo dramático, que ya se veía reducido de por sí por la capa de ligereza que cubre cada escena; todos los momentos son más proclives a la sonrisa que a la amargura.

Pero, como ya he dicho en el párrafo inicial, ahí está Isabelle Huppert para llenar de luz y vitalidad una película cuya suma del resto de los elementos resulta bastante insípida. Tampoco sería justo olvidarse de Jean-Pierre Darrousin, que aquí asume un papel bastante más trascendente que de costumbre, y lo hace con un resultado nada desdeñable. Saber si recomendarle a alguien este filme es bastante sencillo, pues el disfrute del espectador dependerá (casi) en exclusividad a las ganas que tenga de ver a Isabelle Huppert en pantalla. El cómputo global, con más luces que sombras, hace que mi opinión sea antes positiva que negativa, pero no es lo suficientemente sólido como para crearme algún tipo de curiosidad por el resto de la filmografía de Marc Fitoussi, el director de la cinta.