Maps to the Stars. Despiadada e irregular
David Cronenberg es, indudablemente, uno de los directores con mayor reputación y bagaje cinematográfico de la industria a dÃa de hoy. El director canadiense se ha ganado este tÃtulo gracias a una filmografÃa de lo más completa y variada. Pese a empezar con viscerales pelÃculas de Serie B en las que creaba con extremada facilidad una atmósfera malsana, desde inicios de este siglo ha ido depurando el estilo de sus trabajos, desarrollando pelÃculas con premisas mucho más convencionales, pero siempre con su sello autoral -y su violencia-. AsÃ, encontramos en su haber grandÃsimas pelÃculas: La Mosca, Inseparables, Una Historia de Violencia, Promesas del Este, etc. Tras filmar la deleznable Un Método Peligroso y la vapuleada por crÃtica y público Cosmópolis, Cronenberg nos trae Maps to the Stars: una turbia y despiadada disección de Hollywood a través de un simple drama familiar.
Havana Segrand es una actriz en horas bajas que quiere interpretar un papel que hizo su madre años atrás; Benjie Weiss es chico de 13 años, antigua estrella de la televisión que se encuentra en rehabilitación por el consumo de drogas, cuyo padre es el terapeuta de Havana. Estas dos historias conectadas mÃnimamente entre sÃ, tendrán como nexo de unión al inquietante personaje interpetado por Mia Wasikowska. En las dos historias, el principal objetivo de todos cuantos son partÃcipes, es la obsesión por la fama y el dinero; la familia como punto de sutura y a la vez de rotura en este relato turbio y sin concesiones.
La visión que nos plantea el canadiense de la Meca del cine, es algo que ya hemos visto en innumerables ocasiones, destacando la pelÃcula más brillante que se haya hecho sobre los entresijos de Hollywood: Mulholland Drive. Pero lo más interesante no es la manida intención de desmenuzar la industria cinematográfica, sino el mundo que crea Cronenberg para llevar a cabo esta sátira, con una atmósfera que recuerda a sus obras de los 80, aunque con un tratamiento de los personajes más cercano al de sus últimas pelÃculas. Porque Maps to the Stars es eso, un poco del Cronenberg más sádico y enfermizo, y otro poco del más contundente y realista; pero en este caso, por lo que a mà respecta, el desarrollo y énfasis en la psicologÃa de los personajes de una manera tan exagerada y en ocasiones absurda, no termina por carburar totalmente.
La indudable personalidad de la cinta es su mayor virtud, pero también un lastre que le acompañará en todo su metraje. Maps to the Stars es excesiva en ocasiones y, sobre todo, irregular. Lo mejor de la pelÃcula es el poder disfrutar de algunos destellos del mejor cine del canadiense: momentos logrados, en parte, gracias a las geniales interpretaciones de una magnética Mia Wasikowska y una excesiva pero brillante Julianne Moore. El resultado final se aleja de ser notable por algunos momentos extremadamente rÃdiculos, entre los que destaca un uso del CGI pésimo y surrealista, propio del cine más denigrante que se pueda ver.
PD: Echo en falta más minutos en pantalla de Sarah Gadon, la nueva actriz fetiche de la familia Cronenberg. Su presencia y mirada consigue cautivarme e inquietarme al mismo tiempo, con unas geniales aunque breves apariciones en pantalla.