Anomalisa - Me alegra oír tu voz, Charlie Kaufman

jueves, febrero 18, 2016 0 Comments A+ a-

David Thewlis voices Michael Stone in the animated stop-motion film, ANOMALISA, by Paramount PicturesAnomalisa es la nueva película de Charlie Kaufman, director de Synecdoche New York y guionista de ¡Olvídate de mí! y Adaptation (el ladrón de orquídeas), entre otras tantas. El segundo largometraje de Kaufman -codirigido junto a Duke Johnson- tiene como protagonista a un reputado escritor de libros de auto-ayuda que, cuanto más ayuda a la gente, más monótona y anodina es su vida; todo el mundo le suena y le parece igual. Hasta que la voz de una chica le suena diferente y está dispuesto a abandonarlo todo y a todos por alcanzar la felicidad con ella. Hasta aquí todo parece estar relacionado con el universo creado por el propio Kaufman en todas y cada una de las películas que ha escrito. Las inquietudes y problemáticas a tratar son las de siempre, pero aquí la forma tiene un papel fundamental: la película ha sido creada a partir de animación en stop motion, de forma totalmente justificada, pues sirve para remarcar la repetición de lo cotidiano y las dificultades del protagonista para diferenciar rostros y voces. Quizá no seamos (a nuestros ojos y a los del mundo) más que marionetas, y nuestra insignificancia vital es prueba firme de ello.

David Thewlis voices Michael Stone and Jennifer Jason Leigh voices Lisa in the film, ANOMALISA, by Paramount PicturesPese a su sencillez argumental, Anomalisa reflexiona en clave dramática con ligeros y afinados toques cómicos sobre la dificultad de las personas para relacionarse, tanto con su propio yo como con el resto de seres. El guion de la película es portentoso, pudiendo dividirse la estructura de la misma en dos fases complementarias: la primera mitad, la más liviana, en la que se nos presenta la vida anodina de este escritor de libros de auto-ayuda -paradójicamente, pues es incapaz de ayudarse a sí mismo a la hora de salir de esa vida miserable a sus propios ojos- a través de un viaje que realiza a Cincinatti con motivo de una conferencia sobre su último libro; y la segunda, que comienza en el preciso instante en que Michael conoce a Lisa, la cual también se fractura tras la aparición de una escena onírica. Lejos de estancarse en el desarrollo del protagonista, Anomalisa amplía las miras y ofrece otra cara de la fragilidad identitaria a partir del personaje Lisa, una mujer no especialmente bella en cuyo interior se esconde algo que despierta y revive las emociones de Michael. Dando sentido al título de la película, nuestro protagonista encuentra en Lisa una anomalía; como también este trabajo es una anomalía dentro del panorama cinematográfico estadounidense. Quizá esto lo explique que la obra ha sido desarrollada al margen de los grandes estudios. Anomalisa es un pequeño gran regalo para el espectador.

En muchas ocasiones el cine de animación se minusvalora automáticamente, pues no son pocos los que lo relacionan con las producciones destinadas al público infantil. Y esto ocurre hasta en la animación para adultos, categoría genérica en la que se encuadra Anomalisa. Mencionado esto, es curioso que una de una las obras más maduras en cuanto a la representación de una relación amorosa (incluso sexual) sea de animación (para adultos, pero animación al fin y al cabo). El realismo es logrado a partir de la irrealidad de los muñecos, las máscaras y las marionetas. Era, por tanto, indispensable filmar esta película mediante animación en stop motion, o al menos soy incapaz de imaginármela de otra manera.

David Thewlis voices Michael Stone in the animated stop-motion film, ANOMALISA, by Paramount Pictures
Me da la sensación de que Anomalisa se aleja de la excelencia en su tramo final, justo tras esa fractura que comentaba en el segundo párrafo. Esa vuelta a la realidad, ese despertar y tener que enfrentarse de golpe con tus miedos e inseguridades, rompe un poco con las intenciones y estilo del film hasta su llegada. Sin embargo, esta pequeña pega no es suficiente para evitar que Anomalisa sea un trabajo notable, una muestra más de la originalidad y brillantez del Charlie Kaufman guionista, esta vez trasladando su imaginario a un mundo animado pero tan real que da miedo. Una obra en la que la implicación emocional del espectador es una pieza indispensable para su disfrute, pues Anomalisa viaja al centro de las emociones y muestra la realidad que las superproducciones románticas nunca se han atrevido a mostrar.