Poltergeist - Entretenido remake
En 1982 se estrenaba Poltergeist, una pelÃcula dirigida por Tobe Hooper (La matanza de Texas) y en la que Steven Spielberg participó como guionista (y por lo que he oÃdo, puede que su labor no quedase reducida a eso). Pese a no haberla visto, es innegable que hoy en dÃa se ha erigido como un clásico del cine de terror en general, y del cine paranormal en particular. Gil Kenan (Monster House, 2006) es el encargado de traernos el remake de Poltergeist, que si bien no puedo decir qué tal es como remake, sà puedo afirmar que, al menos, no es otra bochornosa cinta de terror.
La familia Bowen se muda a un barrio modesto tras perder el padre (Sam Rockwell) su trabajo. Con modesto me refiero a uno en el que las casas sólo tienen 3 plantas, aunque imagino que tendrá más que ver con el tener una central eléctrica al lado, o con que estén edificadas encima de un antiguo cementerio. En cualquier caso, mientras el patriarca intenta buscar trabajo, su mujer y sus tres hijos tendrán que adaptarse, no sin dificultades, a su nuevo hogar. Griffin, el hijo mediano, será el primero en notar los sucesos paranormales que ocurren en esa casa, pero los padres no le creerán hasta que Maddy, la hija pequeña, desaparezca.
El primer tercio del metraje sigue paso a paso el patrón de la gran mayorÃa de cintas de terror. Tras una presentación y un uso del terror efectista (a base de previsibles sustos) que auguran lo peor, Kenan, consciente de que la pelÃcula puede palidecer cuando sea comparada, inevitablemente, con trabajos recientes como Expediente Warren, cambia totalmente la dirección hacia la que parecÃa que la cinta iba encaminada. Pasada la primera media hora, el remake de Poltergeist se va consolidando, poco a poco, como un verdadero entretenimiento. El momento en que los Bowen, poco sorprendidos (actúan como si fuese algo normal) por la desaparición de su hija, contactan con unos investigadores de sucesos paranormales, supone el giro definitivo de la pelÃcula, que se permite incluso dejar unos cuantos momentos de un humor más que decente.
Esta Poltergeist aprovecha el momento en el cual nos encontramos, ya que las nuevas tecnologÃas son explotadas al máximo, sacando provecho de los televisores de plasma, los teléfonos móviles, y hasta de un dron con videocámara. Es más que probable que los amantes del género y de la pelÃcula original puedan sentirse decepcionados con este remake, pero para aquellos que no sintamos nada especial por el cine de terror, seguro que supone una experiencia que, aunque no aguante demasiado tiempo en nuestra memoria, puede ser divertida.
Por último, hay que destacar a un reparto que mejora exponencialmente a los que estamos acostumbrados en las pelÃculas del género. Todo el elenco cumple, pero hay que destacar al siempre acertado Sam Rockwell, que resuelve el papel del padre de familia con efectividad. Aunque es cierto que, visto el tono que adquiere la pelÃcula, podrÃa haberse explotado totalmente su faceta cómica. El que sà adquiere una importancia cómica en el filme es Jared Harris, que encarna a Carrigan Burke, el experto en fenómenos paranormales.
Seguramente Poltergeist no sea una buena pelÃcula, ni siquiera un remake necesario, pero al menos no es ningún despropósito. Seguro que es menos terrorÃfica que la original, que a fin de cuentas deberÃa ser el objetivo de la pelÃcula, pero también estoy seguro de que ésta es mucho más divertida. Aun asÃ, gracias a algunos momentos logrados y a sus efectos de sonido, Poltergeist podrá mantener su esencia y asustar al espectador.