Citizenfour. Privacy is dead

jueves, marzo 26, 2015 0 Comments A+ a-

Laura Poitras completa su trilogía sobre la América post 11-S con Citizenfour, un documental dedicado a su encuentro con Edward Snowden, el empleado de la NSA que hizo públicos una serie de documentos que comprometían seriamente a la Agencia de Seguridad Nacional, quedando reflejado el verdadero uso que hacían del poder de investigación sobre ciudadanos sospechosos de ser terroristas. La NSA llevaba tiempo accediendo a diversos documentos públicos, emails personales, conversaciones telefónicas, que nada tenían que ver con el verdadero fin de uso para ese poder determinado, conferido a través de la Ley de Espionaje de 1917.

Laura Poitras empezó a recibir en 2013 correos cifrados de un desconocido que usaba el pseudónimo de Citizenfour -que da nombre al documental-. Tras varios contactos, el desconocido le comunicó su interés de quedar en persona para destapar una serie de información clasificada. En junio de 2013, Laura Poitras y Glenn Greenwald, corresponsal de 'The Guardian' en Brasil, entrevistaron durante 8 días, en un hotel de Hong Kong, al sujeto desconocido, que resultó ser Edward Snowden. Esta entrevista -siempre cámara en mano- supondrá la fase troncal del documental.


El desarrollo de este suceso de importancia mundial nos traslada al reciente 2013, pero no son pocas las reminiscencias al año 1984, título que dio George Orwell a su novela sobre El Gran Hermano; quizás podría haberla titulado 2013 o 2015, pues las similitudes entre la novela de Orwell y lo acontecido en el film sobrepasan los elementos meramente casuales. No olvidemos que todos los actos de la NSA fueron desarrollados con la total aprobación del gobierno estadounidense, que una vez se hace público el escándalo no hace más que evidenciar su patética y amoral naturaleza y actuación. En un vídeo sacado de una emisión televisiva, vemos como el presidente Obama tiene el valor de soltar por su bocaza que Snowden es antipatriota; espero que con el tiempo sean recordados verdaderos héroes americanos como Edward Snowden, en vez de gente como Chris Kyle.

El documental hace uso del planteamiento clásico en el desarrollo de cualquier película: introducción, a través de las primeras tomas de contacto entre Snowden y Poitras; nudo, con la entrevista y todo lo acontecido en esos 8 días, así como las primeras reacciones ante las filtraciones de información que iba realizando Greenwald; y desenlace, en el que vemos las consecuencias vitales que le traerá esa decisión al joven Edward Snowden. Sus parecidos con una película de ficción cualquiera no terminan aquí, pues partiendo de un montaje y uso de la música propio de un film de David Fincher, nos da la sensación de estar asistiendo a la proyección de un thriller de suspense/intriga y no a un documental (casi) puramente informativo.


Es digna de ser remarcada la valentía de la directora, que pese a que en varias ocasiones haya sido retenido su material, ha seguido adelante con el desarrollo de este documental tan revelador. También es de admirar (por una vez) la decisión de los Oscar de premiar Citizenfour, a pesar de la delicada posición en la que deja a su queridísimo país. También -y sobre todo- hay que ensalzar la figura de Edward Snowden, que ahora mismo está en una situación realmente peliaguda, con asilo temporal en Rusia.

La libertad ha muerto y es algo innegable. Así que sólo nos queda levantarnos y aplaudir las acciones de "apátridas" como Snowden, capaces de tirar por la borda una prometedora trayectoria profesional y una vida tranquila para la consecución de lo que es nuestro; lo que nos corresponde: la libertad.