Muestra Syfy 2015. Día 4

lunes, marzo 09, 2015 0 Comments A+ a-

La jornada de clausura de la duodécima Muestra Syfy fue la mejor en cuanto a calidad, pero a la vez la que ofreció películas menos representativas de lo que es esta muestra. Salvo LFO, el sci-fi sueco cargado de humor negro, el resto de películas emitidas en el día de ayer no se asemejaban al tipo de cine al que acostumbra este festival de cine fantástico. El nivel en general de la muestra no ha sido nada del otro mundo, que pese a habernos ofrecido bastantes películas interesantes, hemos sido castigados con el visionado de nada más y nada menos que cuatro películas deleznables. De estas cuatro películas, sólo hubo una que, al menos, invitaba al público a iniciar la característica sesión entre gritos y risas. Aun así, es una pena dar por terminada la edición de este año, el primero que asisto a la muestra -y no el último-.

LFO


El día de ayer arrancaba con la que sería la única película que se adecuaba al tipo de cine que suele proyectarse en la Muestra Syfy de los Cines Callao. Robert es un hombre que, tras descubrir una forma de hipnotizar a la gente mediante el uso de frecuencias sonoras, comenzará a usar a sus vecinos como conejillos de indias, traspasando todas las fronteras posibles de la moral y de lo correcto. 

La sueca LFO tarda bastante en arrancar, pues la presentación de la historia que lleva a cabo Antonio Tublen no me convence en absoluto, a través de un montaje acelerado y un desarrollo un tanto disperso en su primera media hora. Después, todo comienza a coger forma en una negrísima y efectiva crítica a los (no) límites morales existentes en la naturaleza humana. No puedo evitar acordarme en su visionado de Upstream Color, pues la similitud entre ambas va más allá del parecido del protagonista de LFO con el compositor de la cinta de Carruth. LFO se enreda y alarga un poco en el desarrollo de la trama, pero el resultado no deja de ser muy a tener en cuenta. De lo mejor de la muestra.


JAMIE MARKS IS DEAD


Con la emisión de esta propuesta indie americana, asistiríamos a la mayor tomadura de pelo de toda la muestra. Jamie Marks is Dead no sólo es un producto que no encaja en la muestra, sino que es una pésima película que tiene como mayor logro el provocar carcajadas a través de su infantiloide y ridícula historia. Adam es un joven que se obsesionará con la historia de Jamie Marks, un joven marginado y homosexual que murió en extrañas circunstancias. La evidencia de su tratamiento ridículo y forzado de la homosexualidad, la pésima unión entre el mundo real y el de los fantasmas y espíritus, y unos diálogos de parbulario, se encargan de hacer imposible que nadie se tome en serio el film de Carter Smith. Ni siquiera podemos disfrutar de la fotografía, premiada en Sitges, pues el conjunto deprecia las pequeñas cosas rescatables de este bodrio. Película fuera de contexto y, además, espantosa.


A GIRL WALKS HOME ALONE AT NIGHT


Antes de la emisión de la película iraní, pudimos ver el corto Splintertime, un trabajo surrealista que más allá de ser bastante sugerente y visualmente brillante, no aporta absolutamente nada. La película A Girl Walks Home Alone at Night es un popurrí de casi todos los géneros existentes, una mezcla que se desarrolla por las calles de una ciudad iraní a través del personaje de una vampiresa en busca de sangre, y con una historía romántica como telón de fondo. De todas las comparaciones y referencias leídas y oídas sobre la cinta, sólo descartaría "la fascinación propia de Lynch", pues el resto son más que acertadas.

Ahora, hablando estrictamente de las sensaciones que deja la película, éstas podrían resumirse en mi admiración ante una estética de lo más vistosa y atrayente, pero con un fondo algo vacío. Con una música que recuerda a las partituras de Morricone en el cine de Leone y unas reminiscencias del Dead Man de Jarmush, no puedo calificar al film de otra forma más que de interesante.


UNDER THE SKIN


Para poner el telón de fondo a la muestra, pudimos disfrutar de la esperadísima Under the Skin, de Jonathan Glazer. Antes de la película vimos Tren Fantasma, un corto genialmente realizado pero pésimamente escrito. La británica Under the Skin no tiene a día de hoy distribución en nuestro país, y ya hay pocas esperanzas de que pueda llegar a nuestros cines, por lo que la de ayer fue una genial oportunidad para poder disfrutar de ella en pantalla grande. Por desgracia, fue otra emisión fuera de contexto, lo cual se vio reflejado cuando la mayor parte del público empezó a aplaudir y reírse sin saber muy bien el porqué.

Under the Skin es una película de las que generalmente sueles amar u odiar, aunque yo me encuentro en un lugar intermedio entre ambos puntos. Su historia y transformación de un extraterrestre en humano con su posterior aprendizaje, no termina por atraerme, siendo la atmósfera creada por Glazer lo que hace que Under the Skin sea más un sí que un no. La película me somete a una hipnosis de casi dos horas, gracias a un ejercicio visual fantástico y a una banda sonora adictiva e inquietante. Así pues, pese a no sentir demasiado interés por el costoso aprendizaje del personaje interpretado por Scarlett Johansson, termino por sentirme atrapado por una propuesta muy visual y repleta de simbolismo.